- 80 gr de pasas de moscatel.
- 2 cebollas.
- 2 solomillos de cerdo ibérico (1 kg aproximadamente).
- 1 cucharada de harina de trigo.
- 125 ml de vino Pedro Ximénez.
- 250 ml de caldo de pollo.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
- Pimienta negra.
Preparación:
1. Un par de horas antes de preparar el solomillo poner a remojo en agua las pasas de moscatel.
2. Cortar la cebolla en juliana y ponerla a pochar con un chorro de aceite en una cazuela lo suficientemente grande como para que entre en ella los dos solomillos.
3. Mientras se pocha la cebolla, salpimentar los solomillos y dorarlos en una sartén grande con seis cucharadas de aceite. Retirar los solomillos y reservarlos.
5. Sin quitar la sartén del fuego, verter sobre el aceite de sofreír los solomillos el vino Pedro Ximénez rascando con una espátula (de madera o de cualquier otro material que no raye) el fondo de la sartén. Retirar del fuego y reservar.
6. Una vez blanda la cebolla, añadirle una cucharada de harina y remover hasta que la harina tome color.
7. Añadir a la cebolla el vino reservado y dejar cocer hasta que la salsa se reduzca un poco y tome la textura deseada.
8. Poner en la cazuela con la salsa los solomillos, el caldo de pollo y las pasas escurridas, y dejar cocer durante media hora a fuego lento.
9. Sacar los solomillos de la salsa y cortarlos en rodajas de 1,5 cm de grosor aproximadamente.
10. En la fuente en la que vayamos a presentar el solomillo poner un poco de la salsa como fondo, sobre ella colocar el solomillo troceado y salsear levemente por encima. El resto de la salsa presentarla en una salsera para que cada comensal se sirva lo que desee.
9. Sacar los solomillos de la salsa y cortarlos en rodajas de 1,5 cm de grosor aproximadamente.
10. En la fuente en la que vayamos a presentar el solomillo poner un poco de la salsa como fondo, sobre ella colocar el solomillo troceado y salsear levemente por encima. El resto de la salsa presentarla en una salsera para que cada comensal se sirva lo que desee.
Notas:
- Una receta deliciosa, fácil y que podemos tener preparada hasta el punto 7 con antelación, poniendo a cocer los solomillos justo antes de empezar a comer.
- Esta receta formó parte del menú de Nochebuena en casa.
- Quiero aprovechar para darle las gracias públicamente a mi padre por el gran momento que he pasado con él estas Navidades entre los fogones, por compartir conmigo sus recetas y su experiencia, y por todo lo que me ha enseñado, me enseña y me enseñará.
- Si nos sobra solomillo podemos conservarlo, con la salsa aparte, en el congelador para otra ocasión.
- Podemos acompañarlo de la guarnición que más nos guste. En este caso, dado que la cena era muy copiosa, se sirvió sin guarnición alguna.
Fuente: del blog "Chef Antoine".
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