Ingredientes:
- 2 medias pechugas.
- Vino blanco (yo usé un solera D.O. Rueda).
- Aceite de oliva virgen extra.
- Una cebolla.
- Pan rallado.
- Sal.
- Pimienta negra molida.
- Salsa de mostaza y miel.
Utensilios y material necesario:
- Una fuente apta para horno.
Preparación:
1. Con al menos 2 horas de antelación a preparar la recta, limpiar las pechugas de los posibles restos de grasa que puedan tener y ponerlas en una fuente a marinar con un buen chorro de vino blanco. Transcurrida una hora darle la vuelta a las pechugas para que marinen por el otro lado.
2. Precalentar el horno a 200º C.
3. Untar una fuente apta para horno con aceite de oliva virgen extra.
4. Pelar la cebolla, cortarla en rodajas finas y ponerlas en la fuente formando una cama y echar un chorrín de aceite de oliva virgen extra.
5. Escurrir las pechugas de pollo, salpimentarlas, pasarlas por un poco de pan rallado y colocarlas en la fuente sobre la cebolla.
6. Hornear las pechugas a 200º C unos 20 minutos, hasta que se hayan dorado un poco.
7. Sacar la fuente del horno y untar bien las pechugas con salsa de mostaza y miel.
8. Volver a hornear las pechugas unos 10-15 minutos más, dándoles la vuelta si fuera necesario a mitad de cocción.
9. Servir calientes, acompañadas de la cebolla, salsa de mostaza y miel y con la guarnición que se desee.
Notas:
- Resultaron muy ricas y, como puede verse en la foto superior, muy jugosas gracias al marinado.
- En caso de que a algún comensal no le guste la salsa de mostaza y miel, como es el caso del "souf chef", bastará con no untar su pechuga con la salsa, el resultado es este:
Fuente: elaboración propia a partir de lo visto en el blog "Directo al paladar" por Liliana Fuchs.
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