- 12 tomates secos.
- Agua.
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE).
Utensilios y material necesario:
- Un colador.
- Papel de cocina.
Preparación:
1. Poner los tomates con agua en un cazo a cocer durante 5 minutos para hidratarlos.
2. Con ayuda de un colador escurrir bien los tomates.
3. Colocarlos sobre papel de cocina y secarlos un poco.
4. Dejarlos enfriar totalmente.
5. Poner los tomates en un frasco y llenarlo con aceite de oliva virgen extra.
6. Dejarlos macerar al menos 5 minutos antes de utilizarlos.
- Son muy utilizados en la cocina mediterránea como complemento o guarnición de platos de carne y ensaladas.
- Se conservan perfectamente durante semanas a temperatura ambiente.
- Es importante que antes de meterlos en el aceite estén completamente secos y fríos para que no se pongan feos.
Fuente: Karlos Arguiñano.
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